
Aromas del vino ¿cuántos hay? y ¿por qué son diferentes?
Los aromas del vino son una fiesta para los sentidos. El placer de aspirar las notas de una buena copa, es insuperable. Pero ¿existe una tipología específica de las propiedades aromáticas? Sí, claro que sí.
Definimos el aroma del vino como la fragancia o perfume que desprende éste y que si resulta placentero despierta la estimulación del sentido del gusto.
En el análisis o cata sensorial, los aromas del vino, nos proporcionan mucha información de éste como ahora comentaremos.
En las catas de vinos podemos percibir los aromas por la nariz o por la vía retronasal de la boca gracias a las sustancias químicas volátiles que desprende en copa parada o reposo, o en movimiento.
El catador nace y se hace. Para diferenciar el aroma por ejemplo a vainilla, tomillo, pimiento, ha de tener además de experencia mucha memoria.
De la mano de nuestros expertos, te presentamos una excelente clasificación de aromas del vino para que puedas apreciar los elementos odoríferos fundamentales de cada botella.
Veamos al detalle cuántos son y las razones para que sean diferentes en cada botella.
¿Cuántos aromas del vino hay?
La fragancia de esta bebida, no se limitan a los típicos tonos frutales que brinda la uva de por sí. Existen distintos tipos de aromas del vino, que están dados por el varietal y por el entorno de cultivo del viñedo. Hay cinco aromas principales del vino para una clasificación básica:
- Aromas minerales: se refieren al suelo donde se cultiva la vid y sus características propias sal, granito, yodo, arcilla, tiza, pedernal, sílice, piedra, grafito, sílice, tiza, toba. Estos aromas minerales los podemos encontrar en las varietales sauvignon blanc, riesling, jerez secos, y por supuesto en los vinos de Canarias debido a sus suelos volcánicos que transmiten estos particulares aromas a sus emblemáticos vinos.
- Aromas florales: si hay flores cercanas a un viñedo, aportan los perfumes de la rosa, la acacia o la flor de azahar, miel, flor de espino, violeta entre muchas otras; como ejemplo de aromas a rosas los podemos encontrar en las varietales moscatel, gewurztraminer o rieslign. A violetas en la varietal shiraz. A flor de acacia y flor de espino en la varietal chardonnay. De miel y azahar en la varietal moscatel o pedro ximénez.
- Aromas frutales: la uva puede tener aromas tropicales, cítricos (limón, lima, pomelo naranja), a frutas blancas (manzana, pera), a frutos rojos (moras, fresas, frambuesas), a frutos de hueso (melocotón, albaricoque) o a fruta seca ; como ejemplo de aromas tropicales los podemos encontrar en las varietales verdejo, riesling, gewurztraminer, o sauvignon blanc, de cítricos en las varietales gewurztraminer o verdejo, a frutas blancas en las varietales riesling, chardonnay o moscatel, a frutos rojos en las varietales cabernet sauvignon, tempranillo o shiraz, a frutos de hueso en las varietales gewurztraminer, riesling o moscatel, o a fruta seca (pasas) en las varietales tempranillo, garnacha o pedro Ximénez.
- Aromas herbáceos y vegetales: los vegetales, plantas y hierbas cercanos a la vid dejan trazas de setas, tomillo, laurel, heno, hinojo, pimiento verde, canela trufas en los granos de uva; como ejemplo de aromas a heno los podemos encontrar en las varietales blancas chardonnay y en la varietal tinta cabernet sauvignon. De aromas a hinojo en la varietal verdejo. A canela en las varietales blancas gewurztraminer, moscatel y riesling, y en la varietal tinta shiraz. A pimiento verde en las varietales cabernet franc o cabernet sauvignon.
- Aromas especiados: entre los aromas del vino tinto destacan la pimienta, la nuez moscada, jenjibre, clavo, vainilla, coco, canela, pimienta y otras especias culinarias; como ejemplo de aromas a jenjibre, nuez moscada y clavo los podemos encontrar en las varietales tempranillo, shiraz y cabernet sauvignon. De aromas a vainilla en las varietales con crianza en barrica francesa. A coco en las varietales con crianza en barrica americana. De canela en las varietales merlot y tempranilla con crianza en madera. A pimienta en las varietales shiraz, cabernet franc y cabernet sauvignon.
Es decir, que el ambiente donde se cultiva la vid, determina los aromas que tendrá la fruta y el resultado posterior de nuestros vinos.
¿Por qué los aromas del vino son diferentes?
Los aromas del vino varían según factores que influencian el desarrollo de la uva, como ya lo hemos mencionado. Algunos de estos factores son: el clima de cada región vinícola (su temperatura), la estructura y componentes del terreno y el factor de irrigación. Así que, cada tipo, surge de la combinación de estos elementos:
- Temperatura: el aroma del buen vino se produce, sobre todo, en regiones que tienen una temperatura media de día y bastante fría durante la noche. El clima seco favorece la calidad de la uva. Una relativa falta de agua produce frutos más pequeños con propiedades acumuladas sobre el hollejo;
- Terreno: la composición de los suelos influye de manera definitiva sobre los aromas. Los terrenos arcillosos y calizos tienden a criar viñedos con aromas herbáceos. En cambio, los terrenos minerales dejan trazas de salinidad en el aroma y en el sabor del vino. Los suelos pizarrosos, por su parte, permiten que la fruta se manifieste en su esplendor;
- Agua: en general, un suelo con alta retención de agua produce uvas de gran tamaño y menor contenido de azúcar. A su vez, los aromas se encuentran menos concentrados que en el caso de suelos más arenosos o pedregosos. El riego en exceso cuando falta poco tiempo para la cosecha, provoca la dilución de las propiedades de la baya.
El aroma del vino se puede percibir tan solo al servir una copa. Ahora que acabas de conocer una completa clasificación y los factores que inciden en los componentes aromáticos del vino. ¿Quieres saber más? Te invitamos a convertirte en un verdadero experto del vino con nuestro Curso online Vinos de España, allí encontrarás toda la información al detalle, de la mano de grandes expertos en el sector. ¿Ya te has inscrito?